Podemos definir la belleza como la característica de una cosa que a través de una experiencia sensorial (percepción) procura una sensación de placer o un sentimiento de satisfacción. En este sentido, la belleza proviene de manifestaciones tales como la forma, el aspecto visual, el movimiento y el sonido. La percepción de la “belleza” a menudo implica la interpretación de alguna entidad que está en equilibrio y armonía con la naturaleza, y puede conducir a sentimientos de atracción y bienestar emocional. Debido a que constituye una experiencia subjetiva, a menudo se dice que “la belleza está en el ojo del observador”.
En su sentido más profundo, la belleza puede engendrarse a partir de una experiencia de reflexión positiva sobre el significado de la propia existencia. La belleza, generalmente, se ha asociado con el bien. De la misma manera, lo contrario de la belleza, que es la fealdad, a menudo se ha relacionado con el mal.
Con estas ideas, los seres humanos clasificamos y calificamos a nuestro parecer qué es bello y qué es feo, eco nos insta a reflexionar ¿Lo feo es simplemente lo contrario de lo bello? ¿La historia de la fealdad es el contrapunto simétrico de la historia de la belleza?
La fealdad es una propiedad de una persona o cosa que no es agradable de mirar y trae como consecuencia, una evaluación muy desfavorable. Ser feo es ser poco estético, repulsivo u ofensivo. Al igual que su opuesto, la belleza, la fealdad implica un juicio subjetivo y esta por lo menos en parte, en el "ojo del observador", tampoco se debe olvidar la influencia ejercida por la cultura del "observador".
Umberto Eco en la historia de la fealdad nos transmite claramente en su mensaje que la belleza es subjetiva y la fealdad también lo es. Lo bello o lo feo de una persona o cosa estará determinado para el observador por una gran cantidad de elementos culturales de la sociedad en la que vive, los valores que se le han enseñado, etc. Dependiendo de esto para un observador proveniente por ejemplo de Brasil una cosa le parecerá bella pero para otro observador, digamos de China, esta misma cosa será fea y viceversa.
Cuando hablamos de kitsch es importante saber que desde el surgimiento de la industria manifestó una tendencia a descomponer las actividades: Crear, introducir en el mundo formas que no existían; producir, copiar un modelo ya existente, de producción cada vez más automática, eliminando las acciones del hombre como eslabón del producto.
El hombre ha desarrollado la actividad de consumo en su modo de vida y su relación con el ambiente. El consumo como valor rige las costumbres del hombre por su significación. El fenómeno kitsch se basa en una cultura consumidora.
El la actividad que desarrollamos el domingo pasado nos encontramos con varias esculturas originales y únicas. Varias de estas esculturas me parecieron muy bonitas y otras terriblemente desagradables y sin sentido pero me doy cuenta que aun que no lo quiera, mi opinión está influenciada por mi cultura, mis conocimientos y otras cosas. Pienso que estas esculturas no son arte kitsch pues no hay replicas y tampoco se están comercializando.
La obra “Inesperada Exposición a la Atmosfera” me pareció la más fea. No le encuentro gracia, pareciera que el autor tomo sus herramientas y golpeo el mármol pensando en “haber que sale” pero yo sé que esto no fue así. Pienso que para él esta obra es fantástico y que tiene mucho significado.
La obra “Simbiosis” es la que más me gusto. Me siento muy identificado. Es muy atractiva y además despierta en mi varios sentimientos, en especial: amor y pasión. Veo que en esta obra hay más dedicación. Los detalles son muy importantes y esta obra tiene mucho detalle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario